Hay personas del radicalismo que se callan y avalan y defienden posiciones que a priori uno pensaría que la UCR no pueda defender estas posiciones. 

En una nota exclusiva con el programa “A MI MANERA” que se emite por por FM 88.9 hablo sobre diferentes temas relacionados a la politica nacional

Hoy, la UCR, el comité nacional y los principales dirigentes son los que menos defienden las ideas del partido. Aunque no lo reconozcan, porque el mecanismo para poder avanzar es decir a todo que sí, sobre todo cuando sentís que tenés que decir que no. Si el dirigente hizo algo que sabe que no tiene que ver con el partido va valorar mucho a aquel que, como él sabe, que no debería haber hecho eso, pero lo aplaude igual. Porque aplaudir lo que está bien no se valora demasiado. 

La UCR no sacó ningún comunicado con respecto a las escuchas ilegales. Es una vergüenza. Yo le digo a los radicales que el partido son ideas y a las ideas del partido las defienden los radicales, sino quién las va a defender. ¿El PRO? Pero si a mí me preocupan los cargos, si cuento con la ayuda del PRO, tal vez consiga más fácil los cargos. Pero para contar con el apoyo del PRO, necesito decir cosas que al PRO le gusten. Esa es la lógica que hoy funciona hacia dentro del partido. Es decir, no es la Unión Cívica Radical aunque se llame Unión Cívica Radical. 

Lo que le reprocho a mi partido es que esté defendiendo las políticas del PRO. Porque históricamente la UCR está identificada con otros tipos de valores. Yo fui diputado ocho años con estos dirigentes y sé lo que pensaban de muchas de las decisiones que tomó el PRO. Eran exactamente las contrarias a las que nosotros creíamos a las que había que tomar y el partido las acompañó. 

Yo no entré como diputado por Cambiemos. Yo entré por la UCR y por el Frente Amplio Unen. Es más, cuando me ofrecieron ser candidato como diputado de Cambiemos en 2017, les dije que no. Y cuando me ofrecieron la embajada, dije que no. Y en el 2019, me volvieron a ofrecer ser candidato y les dije que no. Para decir a todo que sí, como está haciendo el partido, había otros que lo podían hacer mucho mejor que yo. 

Yo respeto todas las ideas, pero las mía también. La mejor manera de respetar las ideas de uno es ser consecuente con las ideas de uno. No andar ocultándolas y defendiendo las de otros. 

Los cargos fueron la motivación de muchos dirigentes por la cual se callaban la boca. Porque creían que el PRO iba a hegemonizar la política argentina por ocho o diez años. Entonces nadie se quería pelear con quien no solo iba a hegemonizar la política argentina, sino que hegemonizaba Cambiemos. 

Si yo fuera presidente del partido, personalmente y en privado, a los que aparecen mencionados como los espías les pediría explicaciones. Y en público, por respeto a mi mismo y al partido, diría que estamos muy preocupados por las denuncias que se están haciendo y que queremos que se sepa la verdad. 

Es la Justicia la que tiene que actuar pero sí manifestaría mi preocupación. No me callaría la boca como si no hubiese pasado nada o como si se tratara de una cuestión menor frente a la cual está permitido hacer la vista gorda. Eso es una hipocresía. Hemos estado defendiendo las instituciones de la República, la división de los poderes, la transparencia en el Estado y actuamos en este caso como si fuese una cosa que no tiene demasiada importancia. 

En lugar de estar escandalizándose cada vez que hay políticas que suponen una intervención del Estado en la economía en el marco de la ley de la Constitución, deberían estar apoyando pero se corren cada vez más a la derecha porque creen que eso es lo que tienen que hacer si priorizan lo electoral. Es decir, si lo que quieren es ganar las elecciones, hay que correrse a la derecha desde un cinismo espantoso.

Sobre Vicentín, la actitud que tiene el PRO es como si fueran dueño de Vicentín. Lo defienden y lo victimizan. Es como si dijesen ‘pobre Vicentín, mirá lo que le pasó’. Yo no sé si en algún lugar del mundo existen cosas como estas. Además, haciendo interpretaciones falsas de lo que dice la Constitución. 

Yo no entiendo a los radicales de ahora. Tal vez estos radicales, los que circunstancialmente son los más importantes, si hubieran estado en la década del noventa, hubieran votado a favor de las privatizaciones. Pretenden convertir al partido en una institución que representa el pensamiento neoliberal. Pero el pensamiento neoliberal, aunque es respetable, no es el pensamiento radical. 

Hay algunos que parecen provincianos en el sentido de que no tienen idea de lo que pasa más allá de nuestro distrito y encima creen que son sabios y que saben mucho porque los oí hablando por televisión, sobre todo a los que siempre están asesorando empresas.  

Todos los países del mundo tienen problemas económicos muy severos. La pandemia está causando y va a causar problemas económicos a todos los países del mundo. Pero algunos dicen que en Argentina tenemos problemas económicos porque pusimos la cuarentena y los que no pusieron la cuarentena no tuvieron problemas económicos. Eso no es cierto, es lo que dicen los que tienen interés en que el Gobierno tome decisiones que prioricen la economía. 

Lo que va a discutirse acá es que la derecha neoliberal va a tratar de que la sociedad crea que los problemas económicos son consecuencias de las políticas aplicadas por el Gobierno y por la cuarentena. 

Se va a dar la discusión entre los neoliberales y los que piensan que la política y la sociedad tienen que intervenir en los mercados para que la economía funcione de manera más solidaria. Depende de quien gane esa discusión, ganará las elecciones del 2021 y 2023. 

El Gobierno tomó la decisión correcta de priorizar la vida. Había que tratar de evitar que evolucionaran los contagios en poco tiempo porque si eso ocurría, iba a colapsar el sistema sanitario público porque no estaba preparado. Se había desinvertido.

Algunos van a criticar el sistema de salud, van hacer todo lo posible para criticar sus defectos, que por supuesto que los tiene y hay que mejorarlos, pero algunos van a decir que hay que cerrarlo porque quieren que sea un negocio privado. Y el Estado es competencia para ellos. 

Me preocupa que los que están al frente de Vicentín son quienes la chocaron y además están siendo investigados por haberla chocado a propósito. No me da tranquilidad. Pero a algunos, como las víctimas, les da tranquilidad. 

Pedir ahora resultados que indiquen que se ha superado lo del 2015 a 2019, es poco serio. 


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