Hoy Roberto Sánchez Ocampo hubiese cumplido 77 años. Sandro estuvo en los albores del rock argentino, allá por la mítica La Cueva. Algunos lo consideran uno de los padres del movimiento incluso. Confeso admirador de Elvis, su primer éxito con Los de Fuego, en 1964, fue “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On” de S.David y D.Williams, traducido al español como “Hay demasiada agitación”.

Años más tarde, casi un año después de editada originalmente, se le animo también a “If I were a Carpenter” de Tim Hardin, con una excelente versión en español. Esta canción, también fue regrabada posteriormente por Leon Gieco, con quien Sandro unió fuerzas en “Mi amigo”, para el álbum “Semillas del corazón” (1988). También fue parte de “Tango 4” (1991), junto a Charly García y Pedro Aznar. Y la lista de participaciones y homenajes sigue por supuesto. Es recordada la versión de “Tengo” por Divididos, lo mejor, quizás, de “Tributo a Sandro, un disco de rock”, editado en 1999.

En abril de 1970 fue el primer artista latino en actuar en el icónico recinto Felt Forum del Madison Square Garden de New York, incluso antes de que pisaran ese escenario glorias del rock mundial. Pero la carrera de Sandro, que viró hacia la balada romántica, es muy extensa como para resumirla en una breve nota. Estos son apenas ápices de decenas de años de magia sobre las tablas y tras la consola de grabación.

“Admirado y querido por todos, su dominio del escenario era total. Perdón, me corrijo, ‘Sandro era el escenario mismo'”. Q.E.P.D.

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