En declaraciones al programa “EL MENOS COMÚN DE LOS SENTIDOS”, emitido por FM 88.9, la ex directora de educación ambiental de la provincia de Buenos Aires, Gloria Basso, contó los pequeños cambios cotidianos que podrían contribuir a una mejora sustancial del medio ambiente y manifestó la importancia de modificar las costumbres.
Desde que nos levantamos podemos cuidar nuestro medio ambiente.
Podemos cuidar el agua cuando nos lavamos los dientes. En vez de dejar el agua corriendo, cerrar la canilla.
Con la cuarentena hemos comprado menos cantidad de cosas. La propaganda y el consumismo nos hacen comprar cosas que habitualmente no necesitamos tanto. Tenemos que ser consumidores responsables.
Generamos demasiada cantidad de residuos. Aproximadamente 350 kilos de basura por persona por año. Eso es demasiado y entre el 50% y el 58% son residuos orgánicos. Lo mejor es hacer el compost.
El compost está hecho de los residuos orgánicos que nosotros tiramos. Es su degradación. Y es buenísimo para las plantas, para la quinta. O sea que rellenamos un residuo sanitario con residuos orgánicos y después, cuando necesitamos compost, vamos y lo compramos. Estamos tirando plata.
Tenemos que cambiar nuestra mente y nuestras costumbres. Esto se relaciona con la neuroeducación, con los procesos de conocimiento.
Cuando empezamos a reciclar, tenemos muchos beneficios. Para nosotros y para los demás, para las generaciones futuras.
Los chicos ahora ya vienen con el chip incorporado sobre el tema del reciclaje. Tiene que ver con las neuronas. Ya es otra generación. Los adultos no vieron el tema ambiental ni en el Jardín, ni en la Primaria, ni en la Secundaria, ni en la Facultad. Los chicos lo empiezan a ver desde el Jardín de Infantes. Y todo esto va creando conciencia y las neuronas comienzan a trabajar distinto.
Cuando empecemos a hacer las cosas bien en el medio ambiente, muchos lo van a empezar a hacer. Necesitamos una solidaridad universal nueva.
