Rodolfo García murió en las primeras horas de hoy martes a los 74 años en Buenos Aires, tras haber sufrido un ACV el miércoles pasado. La figura del baterista marcó una huella y un sonido en el rock argentino, y su recorrido musical tuvo sus máximos hitos en Almendra, Aquelarre, Tantor y Los Amigo.

El músico construyó un vínculo musical y afectivo con Luis Alberto Spinetta, y junto a Edelmiro Molinari y Emilio Del Guercio armaron Almendra, uno de los grupos más importantes del rock argentino. “Desde que nos conocimos y nos hicimos amigos me di cuenta de que era alguien diferente. Veía cosas que nadie veía”, le dijo Rodolfo García a Página/12 sobre el Flaco. 

Luego de dos discos, Almendra se disolvió, y Rodolfo García pasó a integrar Nebbia’s Band, uno de los proyectos de Litto Nebbia después de Los Gatos. Sin embargo, en paralelo, con su excompañero Emilio Del Guercio, Hugo González Neira y Héctor Starc formaron Aquelarre, grupo con el que tuvieron una experiencia tocando por España. “Nadie hacía rock en castellano allá”, dijo. “Estaba Triana, que mezclaba rock y flamenco. El resto cantaba en inglés, covers de bandas famosas. Me acuerdo que lo fuimos a ver al Mariscal Romero y nos dijo: ‘Perdón, si es en castellano no es rock. El rock es en inglés’. Nosotros le respondimos: ‘Mirá, llamalo como quieras. Pero nosotros cantamos en español y hacemos rock’”. Aquelarre dejó cuatro discos fundamentales para los amantes del rock sinfónico y se separó en 1975.

Justamente, su experiencia en Aquelarre fue la que lo acercó a la gestión cultural por haber asumido el rol de manager. Si bien nunca se despegó de la butaca de la batería ya que pasó por las formaciones de Tantor (junto a su excompañero Héctor Starc) La Barraca, PosPorteños (con la que había vuelto a tocar este año) y Jaguar, además de acompañar a Pedro y Pablo, Víctor Heredia, y Peteco Carabajal con Jacinto Piedra, en los 80 fue director ejecutivo de la revista Expreso Imaginario. Con un vínculo al peronismo desde su militancia cultural en los principios de los 70, el baterista fue parte del Centro de Divulgación Musical -creado por Nebbia- en los 90 y en 2014 fue nombrado Director Nacional de Artes. También fue coordinador de música en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (Ecunhi), de las Madres de Plaza de Mayo, y su labor resultó crucial en la reapertura transitoria de La Perla de Once.

La amistad que construyeron Rodolfo García y Luis Alberto Spinetta fue de toda la vida. Musicalmente, volvieron a encontrarse en las reuniones de Almendra en los 80 y en 2007 (para el concierto de Las Bandas Eternas en Vélez), y en 1997, cuando el baterista desempolvó su bandoneón para presentarse junto al Flaco en su MTV Unplugged. “Quiero presentarles a un músico que es como un padre musical desde siempre y que siempre me va a guiar porque es una persona derecha como pocas que yo conozco y a quien amo: Rodolfo García, batero de Almendra”, lo presentó en esa ocasión Spinetta.

Luego, junto a Dhani Ferrón, Spinetta y García conformaron con el trío Los Amigo. Las grabaciones de ese grupo se convirtieron en el primer disco póstumo del Flaco. “Nos juntábamos a tocar por el placer de hacerlo. Grabamos porque ensayábamos en La Diosa Salvaje y tener todo el estudio a nuestra disposición invitaba a dejar registradas las cosas que íbamos tocando. Predominaba un clima de amistad entre nosotros: tocar, parar para tomar unos mates o una copita de vino. Era feliz la reunión de cada miércoles”, contó.

Después de la muerte del Flaco, Rodolfo García había participado de varios tributos a la memoria y la música de su amigo. En los últimos tiempos había vuelto a tocar con PosPorteño, donde se cruzaba con Alejandro Del Prado y Ferrón, y con Jaguar, la banda que compartía también con Ferrón, más el guitarrista Lito Epumer y el tecladista Julián Gancberg.

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