Dirigentes gremiales y analistas económicos dijeron a Télam que el gobierno debería contemplar la posibilidad de instrumentar un sistema de “licencias pagas” para estos trabajadores mientras dure la emergencia sanitaria nacional para contener la expansión del virus.
Los efectos económicos derivados de la crisis del coronavirus
repercuten con fuerza sobre los trabajadores que desempeñan sus tareas
de manera informal, debido a que las actividades de este tipo se
redujeron en las últimas jornadas y la perspectiva a corto y mediano
plazo es de alta incertidumbre.
El secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular
(UTEP), Esteban “Gringo” Castro, dijo que “en este momento hay que
volcar recursos a los trabajadores que trabajan por cuenta propia y
reforzar los controles para que los precios no se disparen”.
En ese sentido, opinó que “tiene que haber una decisión de no pagar la
deuda con el FMI y destinar ese ingreso a los sectores más humildes”.
En este momento hay que volcar recursos a los
trabajadores que trabajan por cuenta propia y reforzar los controles
para que los precios no se disparen”Esteban “Gringo” Castro
“Nuestros compañeros y compañeras trabajan en la calle por lo
cual, el reciclador, el vendedor ambulante, la que trabaja en barrios a
partir de la entrega de viandas, todos se están viendo perjudicados por
la situación de emergencia”, destacó el dirigente de la de UTEP.
El Gobierno anunció el miércoles un paquete de medidas
extraordinarias para contrarrestar los efectos económicos del Covid-19,
como la concesión de créditos a tasa baja, el establecimiento de
“precios máximos” y un plan de fiscalización sobre productos de primera
necesidad, y la baja de contribuciones patronales para sectores
afectados por la pandemia, entre otras.
También comunicó el pago de un bono extraordinario de 3.000 pesos para
los jubilados y pensionados con ingresos mínimos y otro para
beneficiarios de Asignación Universal por Hijo (AUH) y Asignación
Universal por Embarazo (AUE).
Respecto al cumplimiento del distanciamiento social recomendado por el
Gobierno, Castro advirtió que “hay que buscar una solución desde el
Estado para que quienes dejen de trabajar por la emergencia mantengan
sus ingresos”.

“Hay gente con presión alta, diabetes, y el riesgo aumenta, pero por el momento tienen que seguir trabajando porque no tienen otra opción”, agregó el gremialista.
La última semana, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) publicó un informe en el que advirtió los problemas que puede ocacionar un parate total sobre la actividad productiva, en especial en sobre los trabajadores informales.
“La mitad de los hogares argentinos viven del trabajo informal y/o el empleo por cuenta propia con lo cual recluirse en el hogar implica cese de ingresos”, remarcó Idesa.
Al respecto, el economista de Idesa, Jorge Colina, dijo que “las medidas de confinamiento pueden ser muy dañinas para el 45% de la población que vive en la informalidad”.
Consultado sobre la idea de asignar subsidios especiales para la economía informal, el especialista aseveró que “la cantidad de recursos fiscales a movilizar serían muy grandes” en un momento en que “al Estado se le caen los ingresos producto de la merma de la actividad general”.
Por su parte, el asesor legal de la Asociación de Personal de Plataformas (APP), Juan Ottaviano, aseguró a Télam que “la actividad del sector bajó como en todos los rubros” y estimó que “correspondería que se adopten licencias pagas para la población de riesgo, como sucede en otras actividades”.
Sin embargo, “las empresas alientan a los trabajadores a salir a la calle igual y crean promociones tales como ‘envíos gratis’ o ‘entregas sin contacto'”, agregó el dirigente de APP.
Ottaviano subrayó que “hay que estar atentos a las medidas oficiales y a
que las empresas cumplan estas disposiciones, eventualmente, teniendo
en cuenta que los trabajadores de plataformas son un grupo desprotegido,
que no cuenta con cobertura de salud, ni ART”.
“Ojalá que esta crisis sirva para entender la importancia del
reconocimiento de los derechos laborales de todos”, resaltó el
representante de APP, entidad que nuclea a trabajadores de las cadenas
Rappi, Glovo, Nova, Pedidos Ya y Uber Eats, entre otras.
Por el lado empresarial, desde Uber asegurarona Telam que los
conductores que contraigan Covid-19 y deban estar en cuarentena
“recibirán, por única ocasión y de forma extraordinaria, un apoyo
económico por hasta 14 días”.
Señalaron además, que la compañía desactivó temporalmente la modalidad
de viajes compartidos (Pool), que se realiza entre pasajeros que no se
conocen entre sí.
A su vez, el apoderado de la Unión del Personal Auxiliar de Casas
Particulares (Upacp), Carlos Brassesco, señaló a Télam que “las
compañeras están preocupadas por la incertidumbre no sólo del virus,
sino, sobre todo, por su fuente de trabajo e ingreso”.
Sobre la posibilidad de dejar de percibir salarios en caso de
entrar en cuarentena destacó que “las trabajadoras que están en la
informalidad presentan una situación desventajosa respecto de las que
están registradas, las cuales en el 75% de los casos perciben licencias
pagas”.

Si bien el trabajo en casas particulares es una actividad formal
encuadrada bajo el régimen especial de contrato de trabajo de la Ley
26.844, más del 70% del total estimado de 1.700.000 trabajadoras del
sector permanecen aún en la informalidad, de acuerdo a información
brindada por Upacp.
Por último, el secretario general de la seccional Buenos Aires del
Sindicato Único de Conductores de Motos (Sucmra), Nicolás Morrone, dijo a
Télam que esta actividad no está enmarcada en ningún convenio colectivo
de trabajo lo que hace “inviable cumplir la cuarentena”.
“Trabajamos y cobramos día por día”, remarcó Morrone, al tiempo que
señaló que “de los tres servicios que brindamos, disminuyeron los de
mensajería y de delivery” por la caída de la demanda de las empresas y
comercios.
El dirigente de Sucmra añadió que “el servicio de repartición de compras
por internet fue el único que aumentó en estos días, conforme al
incremento de las ventas bajo esa modalidad”, ya que “la gente compra a
distancia para evitar el contacto”.