En Brasil el millonario tuvo contra las cuerdas a un ‘Verdao’ que, salvado por el VAR en tres ocasiones, validó el 0-3 de la ida y jugará el duelo por el título en Maracaná.

Hay formas y formas de quedar eliminado de una competición. Y si se pudiera elegir una, seguramente todos optarían por la manera en que River Plate le dijo adiós a esta edición de la Copa Libertadores en la revancha de las semifinales ante el Palmeiras.

Gracias a una gran eficacia y a varios errores defensivos de los ‘millonarios’, el conjunto brasileño había ganado 0-3 en la ida de la semana pasada en Buenos Aires, lo que dejaba la serie virtualmente liquidada. Para dar vuelta la historia “hay que hacer el partido perfecto”, dijo Marcelo Gallardo en la previa de este duelo de vuelta.

Y su River lo hizo. Salió decidido desde el vestuario, marcó el gol que necesitaba –tremendo cabezazo de Robert Rojas, a la salida de un tiro de esquina en el 28’- para meterle el miedo en el cuerpo al dueño de casa, aumentó la cuenta justo antes del entretiempo (Borré en el 44’) y en el complemento generó infinidad de situaciones y apabulló a su rival, que sólo se dedicó a replegarse contra su portería, quitarse el balón de encima y anhelar el silbatazo final.

El VAR, protagonista central

En ese aluvión que fue el equipo visitante, llegó al tercero, el tanto que necesitaba para igualar la serie. Tras un jugadón colectivo, en el 51’ marcó el internacional Montiel, el gol se celebró durante varios minutos, el balón se puso en el círculo central para el saque de los locales y en ese momento desde el VAR le avisaron al árbitro que estaban revisando la acción: tras un largo rato de incertidumbre, la maniobra fue anulada por un finísimo fuera de juego en una jugada anterior.

Santos Borré (River) celebra su gol ante el Palmeiras

Santos Borré (River) celebra su gol ante el Palmeiras

Pero el protagonismo del video arbitraje no se quedó allí, porque los de Gallardo siguieron atacando por todos los caminos posibles y así llegó una jugada en la que el juez pitó falta sobre Matías Suárez dentro del área y por consiguiente penalti. Todo listo para ejecutarse y nueva llamada al árbitro, que acudió a observar la acción en el monitor y decidió dar marcha atrás con su decisión.

Incluso con la expulsión de Rojas (doble amarilla) en el 73’, la dinámica del juego no cambió: la visita apabullando a un frío y desalmado dueño de casa en base a corazón, valentía y numerosas variantes de juego. Así, ya en tiempo de descuento hubo otro posible penalti para River, también revisado por el referí vía video y tampoco cobrado. Tras eso, llegó el final, tan ansiado por los anfitriones, tan injusto para su rival.

Tanta diferencia hubo entre uno y otro equipo, y tal fue la muestra de superioridad de los ‘millonarios’ –que merecieron de largo el pase a la final- que la primera reacción del entrenador del Palmeiras, el portugués Abel Ferreira, fue, incluso antes de celebrar con sus dirigidos, abrazar a Gallardo y hablarle al oído para transmitirle toda su admiración.Tras este pase sudando la gota gorda, los brasileños estarán en la gran final de Maracaná el próximo 30 de enero, en la que se medirán al que resulte victorioso del duelo entre Santos y Boca Juniors (0-0 la ida).

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