Su vida comenzó con tragedia
La mayoría de nosotros crecemos protegidos. Nuestros padres nos protegen de cualquier tipo de tragedia, hasta que llegamos a una edad en la que podemos valernos por nosotros mismos. Pero en el caso de Pierce Brosnan, sus propios padres fueron los que le hicieron vivir una tragedia.
El talentoso actor nació en Irlanda el 16 de mayo de 1953. Su padre le abandonó poco después de que naciera. Cuando tenía cuatro años, su madre no podía soportar el estrés de criar a un niño sola y marchó a Londres en busca de trabajo. En lugar de traer a su pequeño con ella, dejó que los abuelos le cuidaran. Tristemente, estos fallecieron y el niño quedó desamparado en una casa de huéspedes. Lo que es más triste aún es que solo sería el comienzo de una, aparentemente, interminable lista de tragedias en su vida.
Volver a ver a mamá
Pasarían siete años antes de que Brosnan y su madre se reunieran. A la edad de once, su madre le trajo con ella a Escocia. Como es lógico, el pequeño Brosan daba saltos de alegría por poder volver con su mamá, pero este movimiento trajo consigo mucho sacrificio. Todo lo que conocía quedó atrás. Tenía una nueva escuela, una nueva casa e incluso un nuevo padrastro: William Carmichael.
Precisamente fue su padrastro el que le llevó a ver su primera película de James Bond, ‘Goldfinger’ ¡Brosnan quedó enganchado! Pero en aquel tiempo, el joven Brosnan estaba menos centrado en James Bond y más en entender todas las cosas nuevas a las que se enfrentaba como adolescente. Quizás si hubiera sabido que un día sería James Bond, no se habría estresado tanto.
Buscando su camino
Brosnan por fin estaba junto a su madre. Había conseguido la vida familiar que ansiaba, pero tenía dificultades adaptándose a los demás cambios. Decir que su mudanza a Inglaterra fue difícil, sería quedarse corto.
No solo le costaba hacer amigos en la escuela, sino que además sufrió bullying del resto de chicos. Ya fuera por su alta estatura o por su origen irlandés, siempre había un motivo de burla. Brosnan se sintió miserable durante mucho tiempo. Pero debía seguir adelante, así que buscó un hobby; uno que cambiaría el curso de su vida. Montó espectáculos como faquir come-fuegos en la vía pública e incluso participó en un circo. La experiencia que adquirió con estas performances permitieron que fuera aceptado en el Centro Dramático de Londres.
La suerte de su lado
Brosnan se graduó y empezó trabajando como asistente de director en un teatro. Al mismo tiempo, decidió presentarse a una audición para la obra ‘The red devil battery sign’ de Tennessee Williams. El actor protagonista había abandonado la obra y tenía la oportunidad de reemplazarlo. Tennesse Williams quería ver a Brosnan en acción.
El actor recuerda nítidamente el día que le llamaron. El autobús en el que viajaba iba demasiado lento, así que se bajó y empezó a correr para llegar a su cita a tiempo. Brosnan bordó la interpretación y le dieron el papel protagonista. Desde luego, fue un golpe de suerte y el empujón definitivo a lo que sería el resto de su vida.
Primeras impresiones
Brosnan todavía actuaba sobre tarimas cuando experimentó el amor a primera vista. Al conocer a Cassandra Harris quedó inmediatamente enamorado de la actriz australiana. Desafortunadamente, ella no sentía lo mismo por él ¡Al principio, por lo menos!
Echando la vista atrás, Harris recuerda haber pensado que era un hombre con pinta rara. Sin embargo, una vez comenzaron a hablar y a pasar más tiempo juntos, se produjo una química innegable. Harris, gradualmente, empezó a sentir lo mismo que Brosnan. Pero había un problema, y no era menor.
Merecía la pena esperar
No había duda: Harris estaba tan enamorada como Brosnan. Desafortunadamente, no había nada que pudieran hacer. Si bien existía una fuerte conexión entre los dos, Harris ya tenía a tres personas especiales en su vida. Tres personas a las que dedicaba toda su atención.
Harris estaba casada y tenía dos hijos. Brosnan no podía sino respetar su compromiso. Eso no quería decir que se hubiese rendido, simplemente que estaba dispuesto a esperar. Eventualmente, Harris se acabó divorciando en 1978 y los dos pudieron estar juntos. Como ya tenían fuertes sentimientos el uno por el otro, la relación fue seria desde el principio y comenzaron a planear su futuro. Un futuro que incluyera a toda la familia.
Sentando la cabeza
El siguiente paso natural era echar raíces y encontrar una casa a la que poder llamar hogar. Compraron una casa en Wimbledon y decidieron hacer que su amor fuera legalmente vinculante. En diciembre de 1980, intercambiaron votos y se convirtieron en marido y mujer.
Quizás por venir de una familia rota, Brosnan valoraba mucho la familia. Cuando el exmarido de Harris murió, adoptó a sus dos niños: Christopher y Charlotte. Aunque no eran sus hijos de sangre, los quería como si lo fuesen. Por fin, Brosnan tenía todo lo que había soñado y más. Pero su esposa no era del tipo que se acomodaba, por lo que constantemente se animaban el uno al otro a cumplir grandes objetivos. Incluso aquellos que eran arriesgados.
Adictos al riesgo
Brosnan poseía todo aquello de lo que careció en su infancia. Aún así, continuaba teniendo el sueño de trabajar en Hollywood. Afortunadamente, encontró en su esposa un apoyo indispensable: ella pensaba que podía conseguirlo. La pareja diseñó un plan para hacer el sueño realidad.
Era un poco más arriesgado de lo que les hubiese gustado, pero estaban dispuestos a hacer todo lo posible. Los Brosnan solicitaron un préstamo, en teoría, para mejorar la casa. Jamás hicieron ninguna reforma. En vez de eso, usaron el dinero para comprar unos billetes de avión a Los Ángeles. Era un plan tramposo, pero también brillante ¡Y acabó funcionando!
Bienvenido a Hollywood
Estados Unidos recibió a los Brosnan con los brazos abiertos. La fantasía del actor acabó volviéndose realidad en el momento en el que le ofrecieron el papel protagonista en una serie. Era como si el papel principal de ‘Las mansiones de América’ estuviera hecho expresamente para él.
La serie estaba basada en la gran hambruna irlandesa, que fue un periodo de hambre y enfermedad masiva en el país. Brosnan no necesitó ni un minuto para valorar la oferta. Recuerda haber pensado: “Por Dios, lo he conseguido. Voy a agarrar la oportunidad del cuello y a echar a correr”. Lo que todavía no sabía es que este era solo el principio de un largo camino.
El favorito de los fans
Brosnan llamaba la atención en Estados Unidos. Su papel en ‘Las mansiones de América’ era un éxito y su nombre estaba en todas las bocas. El irlandés pronto se convirtió en el favorito de los fans y le ofrecieron un papel en la popular serie familiar ‘Con temple de acero’.
Inicialmente, Brosnan audicionó como el compañero gracioso del protagonista. El director no tardó mucho en cambiar de opinión. Tras darse cuenta de la popularidad de Brosnan, decidió darle el papel protagonista. Este papel solidificaría su posición en Hollywood y le abriría las puertas a más papeles importantes. Pero no se puede decir que todo el mundo fuera fan de Brosnan.
Rivalidad en el plató
Es imposible complacer y llevarse bien con todos. Brosnan era bien querido, excepto por la coprotagonista de la serie, Stephanie Zimbalist. Ella interpretaba el papel de Laura Holt, la chica que gustaba al personaje de Brosnan, Remington Steele. La animosidad entre los dos era palpable; no se podían soportar.
Por suerte, no dejaron que la antipatía que sentían afectara a su trabajo. Brosnan y Zimbalist nunca hablaban, a no ser que estuvieran rodando una escena. Esto hacía que el ambiente en el rodaje fuera extremadamente incómodo pero a ellos no les importaba. Pronto, la enemistad entre Brosnan y Zimbalist quedaría en el olvido, cuando el actor recibió una visita inesperada.
Visita sorpresa
Brosnan fue abandonado por sus padres a una edad temprana. Se volvió a reunir con su madre pero nunca conoció a su padre. Hasta que este decidió pasarse por el rodaje de ‘Con temple de acero’. Para Brosnan fue el anticlimax. Tenía una imagen de su padre en la cabeza que no correspondía para nada con la realidad.
Tenía la imagen de un hombre corpulento y emprendedor. Sin embargo, su padre era un hombre “de media estatura, pelo canoso, mirada severa y mandíbula salida”. Brosnan estaba feliz de por fin conocerle, aunque habría preferido que fuera en un entorno más privado. Reaccionó de una manera distinta a la que habríamos tenido la mayoría: no guardó rencor a su padre y jamás le culpó por haberle abandonado. Pero había una razón muy especial para que Brosnan le perdonara.
La familia es lo primero
Muchos de nosotros no hubiéramos respondido como lo hizo Brosnan al conocer a su padre ausente. El deber de un padre es proteger a sus hijos del dolor, y en lugar de eso, este hombre fue el que lo provocó. El verdadero ángel de la guarda de Brosnan era su padrastro.
William Carmichael trató a Brosnan como a un hijo. Quizás esta es la razón por la cual Brosnan después sería una figura paterna tan competente para los hijos de Cassandra. Es cierto que Thomas Brosnan era el padre biológico del actor, pero Carmichael era verdadera familia. Cuando su padrastro enfermó, pasó cada día a su lado. No dudó en cancelar todos los planes que tenía porque, para él, “la familia va primero”. Carmichael fue de importancia capital en su vida, no en vano le describe como “una especie de héroe”.
Bendición y maldición
Pierce Brosnan estaba tomando la industria del entretenimiento por asalto. Protagonizó numerosas películas y series de éxito y el trabajo duro dio frutos. Su popularidad creció exponencialmente cuando empezaron a circular rumores de que sería el próximo James Bond. Las audiencias nunca se hartaban de él y ‘Con temple de acero’ no hacía nada más que sumar espectadores.
Pero cuánto más popular es una serie, más probable es que la renueven otra temporada. Eso es exactamente lo que ocurrió. Su contrato con la serie significaba que, hasta que terminase, no podía participar en cualquier otro proyecto. El papel de sus sueños, James Bond, estaba justo enfrente de él y no podía cogerlo. Pero ni siquiera algo así podía bajarle los ánimos.
Uno más en la familia
Brosnan no podía acceder a su papel perfecto. Uno que había deseado durante casi toda su vida. Su papel como Remmington le había dado oportunidades y ahora se las estaba quitando. Sin embargo, nunca dejó que las decepciones laborales le robaran tiempo para dedicar a su familia. Especialmente ahora que se encontraba en proceso de crecimiento.
Cassandra estaba embarazada de su primer hijo con Brosnan, quien daba saltos de felicidad. La familia de cuatro se convirtió en familia de cinco cuando nació Sean en 1983. Lamentablemente, esta alegría no duraría mucho.
Noticias trágicas
Brosnan estaba viviendo la vida ideal. Tenía una familia grande y una carrera exitosa, pero todo dio un vuelco en 1987. Después de haber estado extremadamente ocupado, Brosnan decidió convertir un viaje de trabajo a La India en una vacación familiar. Desgraciadamente, la tragedia vino a llamar a su puerta.
Supuestamente debían estar disfrutando la vacación, pero algo se lo impedía a Harris. Estaba constantemente cansada y con dolores estomacales. Los síntomas persistían cuando llegaron a casa, así que Harris decidió visitar al médico de cabecera. El doctor no tenía buenas noticias que dar a la familia. Harris recibió un diagnóstico que pondría el mundo de la familia del revés: tenía cáncer de ovarios.
La casa de sus sueños
Desde que recibió el diagnóstico, la vida se hizo compleja para los Brosnan. Pierce sabía que a su adorada esposa no le quedaba mucho tiempo. Hizo todo lo que estaba en su poder para aprovechar al máximo sus últimos días junto a ella. Entre esas cosas, estuvo la de comprar la casa de sus sueños en Malibú.
Un par de días antes de que visitaran la casa, Harris se sometió a un tratamiento de quimioterapia. La dejó sintiéndose débil y agotada. Pierce estaba preocupado de que no estuviera lo suficientemente fuerte como para hacer la visita. Pero su esposa era una luchadora nata y su sonrisa iluminó la habitación en el momento en que entró en la nueva casa. Compraron el inmueble inmediatamente. Incluso después de que falleciera, Brosnan podía sentir su presencia en la casa. Ella impactó su vida y le empujó a ser el actor que es hoy.
Siempre con él
Brosnan amó a Harris desde el momento que la puso los ojos encima, y también mucho después de que ya se hubiera ido. Le atribuye haberle convertido en el hombre que es hoy: padre y actor. El tratamiento para el cáncer era duro pero eso no impidió que Harris continuara dándole consejos a su marido. Afortunadamente, Brosnan siguió esos consejos.
Gracias a que escuchó a su esposa, le llegaron los papeles protagonistas de ‘El cortador de césped’ y ‘Explosiones mortales’. Brosnan quería poner su carrera en pausa, pero ella le disuadió. Pierce llegó a decir: “Ella está presente por siempre en cada fibra de mi cuerpo. Ella está conmigo cada día. Estoy bendecido por haber conocido a alguien como ella”.
Días oscuros
Al igual que hizo con su padrastro, Brosnan se ocupó de apoyar a Harris a lo largo de todo el tratamiento desde que le diagnosticaron el cáncer. Harris luchó con todas sus fuerzas, pero fue incapaz de salir victoriosa. En diciembre de 1991, después de cuatro largos años, Harris finalmente falleció.
La familia Brosnan al completo estaba desconsolada y toda la responsabilidad recayó sobre Pierce. Acababa de perder al amor de su vida, pero debía ser fuerte por sus tres hijos. Ciertamente, una pérdida tan significante cambia la forma en la que uno ve la vida. Pierce describe cómo después de ese suceso “sientes con más profundidad, abrazas con más profundidad y amas con más profundidad”. Llegados a este punto, la oscuridad llena los días de Brosnan y la única cosa que le hace levantar cabeza es recordarla.
Adaptándose a Brosnan
La muerte de su esposa trastocó su vida, pero todavía tenía una familia a la que cuidar. Dos años después del fallecimiento, le ofrecieron un papel de reparto en ‘Papá para siempre’. Incluso antes de ser filmada, los productores sabían que iba a ser un éxito. Brosnan estaba ansioso por participar.
Originalmente, los directores querían a Tim Allen para el papel de Stu. El actor declinó la oferta y Brosnan era el siguiente en la línea. Stu era un personaje antipático ¿Te puedes imaginar a Brosnan dando vida a un personaje así? Bueno, los directores tampoco, así que tuvieron que hacer unos cuantos cambios. A Brosnan le emocionaba formar parte de la película, pero sobre todo trabajar con una de sus personas favoritas.
Trabajar con un ídolo
Al irlandés le entusiasmaba trabajar junto a un actor con el renombre de Robin Williams. La primera vez que conoció a Williams fue en el plató de ‘Papá para siempre’. Williams estaba maquillándose y fue una imagen que a Brosnan nunca se le irá de la cabeza. Williams le daba la espalda, así que todo lo que podía ver era su camisa hawaiana y sus brazos peludos.
Fue entonces cuando Williams se giró caracterizado como La Señorita Doubtfire y le saludó, sin salir de su personaje. Brosnan disfrutó cada segundo del rodaje. Recuerda: “Robin fue brillante. Sally estaba preciosa. Conectamos de inmediato. Fue encantador”. Y cuando creía que la cosa no podía ir a mejor, de repente lo hizo.
El nombre es Bond, James Bond
Cuando Brosnan tuvo que renunciar a ser James Bond en el pasado, pensó que era una oportunidad que solo pasa una vez en la vida ¡Afortunadamente para él (y para nosotros) pasó dos veces! A Brosnan le ofrecieron su papel soñado de Agente 007 en 1994 y firmó un contrato de tres películas con la compañía.
Hizo su debut como James Bond en ‘Goldeneye’ (1995). Adoraba hacer del agente secreto y el público se volvía loco. Le dio su toque personal al personaje y funcionó a la perfección. De hecho, de todas las películas de James Bond, ‘Goldeneye’ es la que más dinero ha recaudado.
Fluctuaciones de peso
Brosnan era perfecto para el papel de James Bond. Tenía la medida justa de encanto y sofisticación. Pero la medida que le faltaba era la de peso corporal. Su constitución difería de aquellos que vinieron antes que él, algo que notaron sus sastres durante las pruebas. Pierce era el actor más ligero que hubiera interpretado nunca al agente secreto.
Parece que Brosnan trató de arreglarlo y puede que incluso se pasara de la raya. Siete años más tarde, se encontraba filmando su cuarta película como Bond, cuando los sastres hicieron otro descubrimiento. En siete años, había pasado de ser el Agente 007 más ligero a ser el más corpulento. Sin embargo, puede que no notara estos cambios, ya que su contrato tenía una cláusula extraña.
Un pequeño precio a pagar
El personaje de James Bond es conocido por su look sofisticado y sus trajes a medida. A Brosnan le habían dado el papel que más quería, así que una cláusula extraña en su contrato era un pequeño precio a pagar por una oportunidad como esta.
Los directores querían a Brosnan en un traje para que la gente pensara instantáneamente en James Bond ¿Pero cómo se supone que iban a conseguir eso si llevaba trajes en otras películas? La única manera de asegurarse era poniéndolo explícitamente en el contrato. Iba a ser su James Bond por unos cuantos años, así que no podían dejar que estuviera paseando por ahí trajeado en otras películas.
Segunda oportunidad en el amor
Después de la muerte de su esposa, el actor pensó que no podría amar a alguien nunca más. Centró toda su energía en su familia y carrera. Pero, a veces, las estrellas se alinean y todo acaba encajando. Eso le pasó a Brosnan en 1994, cuando se topó con un papel que cambiaría su carrera y vida amorosa, al mismo tiempo.
Keely Shaye Smith era una periodista norteamericana, a la que Brosnan se refería como “estrella del norte”. Los dos empezaron a salir y Smith ayudó a Brosnan a encontrar la paz que necesitaba después del fallecimiento de Harris. Smith le dio paz, amor y dos niños. No obstante, este solo era el comienzo de su cuento de hadas amoroso.
Salir de la zona de confort
A lo largo de toda su carrera, Brosnan se ha empeñado en mejorar constantemente. Como hemos sabido anteriormente, no le preocupaba tomar riesgos a la hora de alcanzar una meta. Así que el actor salió nuevamente de su zona de confort y fundó una compañía de producción en 1996.
Junto a su amiga de muchos años atrás, Beau St. Claire, creó Irish DreamTime. Hubo que dedicar mucho tiempo, energía y trabajo de equipo, pero el riesgo dio sus resultados. La primera película producida se llamó ‘Un amor por descubrir’, y si bien no le fue mal en taquilla, fue la segunda película la que les trajo el reconocimiento que necesitaban. La producción de ‘El caso Thomas Crown’ resultó un enorme éxito y cimentó su nombre en la industria.
La paternidad le sentaba bien
Las experiencias por las que pasan los niños, quedan dentro de ellos para siempre. Aquellos que han tenido una infancia dramática, generalmente eligen una entre dos formas de ser padre. Pueden comportarse exactamente igual que sus progenitores o pueden ser todo lo contrario. En el caso de Brosnan, eligió la segunda opción.
Le entusiasmaba el hecho de tener una familia grande y haberse demostrado a sí mismo que era un gran padre. En 1997 y 2001, la familia Brosnan dio la bienvenida a dos nuevos hijos: Dylan y Paris. Igual que con su carrera, Brosnan se tomaba la paternidad muy en serio y siempre priorizaba a la familia. Eso pasaba por comprometerse públicamente con Smith.
Alguien especial
Cuando la conoció, Brosnan supo que Smith era especial. Después de años saliendo juntos y tener dos hijos, Brosnan pensó que ya era hora de llamarla oficialmente “su esposa”. En 2001, la pareja intercambió votos, viéndose las caras en el altar. Decidieron casarse en un edificio histórico conocido como Ballintubber Abbey, en Irlanda.
A día de hoy, el edificio tiene 800 años de antigüedad. Significaba algo muy especial para Brosnan, ya que representaba un retorno a sus raíces irlandesas. No había duda de que era el lugar perfecto para que los dos comenzaran un futuro como marido y mujer. Han pasado 20 años y el amor que sienten el uno por el otro es más fuerte que nunca.
Enamorados, pese a todo
No es una tarea fácil casarse con un actor reconocido mundialmente. Ya no hablemos si este es guapo. Smith tenía mucha presión encima para tener el mejor aspecto posible y normalmente este era digno de envidia. Sin embargo, igual que muchos de nosotros, también tuvo que lidiar con fluctuaciones en su peso a lo largo de su vida.
Después de dar a luz, Smith comenzó a ganar peso y los kilos no hacían más que subir. Eventualmente, la expresentadora de televisión consiguió perder algo del peso que había ganado: entre 45 y 60 kilos. Todavía se puede ver a la pareja haciéndose mimos ¡Así que lo que es seguro que no fluctúa es su amor!
Nunca lo vio venir
Brosnan se lo pasaba como un niño haciendo de Agente 007, pero sabía que no iba a conservar el papel para siempre. Pensaba que estaría preparado cuando el siguiente Bond entrara en escena. Daba por hecho que le quedaban al menos dos o tres películas antes de que tuviera que decir adiós.
Por eso quedó sorprendido cuando, de la nada, recibió una llamada de los productores. Le dijeron que planeaban “ir por un camino diferente”. Un camino en el que él dejaría de ser James Bond. A Brosnan esto le pilló desprevenido y sintió que le habían dejado tirado. Pero, al más puro estilo Bond, se fue de forma elegante y sin montar ningún escándalo.
Un verdadero incentivo
Tras recibir este palo, Brosnan decidió cambiar ligeramente su selección de papeles. Pasó de los revólveres y la acción a cantar como un tenor (o intentarlo) cuando aceptó un papel en el musical ‘Mamma mia!’. Era muy diferente a lo que estaba acostumbrado, pero existía una razón poderosa por la que aceptó el papel.
El reparto estaba repleto de estrellas pero había una mujer en particular que llamaba su atención. Admitió aceptar el papel tan pronto como escuchó el nombre de Meryl Streep. No le podía importar menos el guión o el personaje. Streep, recuerda vívidamente Brosnan, era “esa rubia espectacular con la que fantaseaba en la escuela de interpretación”. Sin embargo, para actuar en un musical necesitas saber cantar. Una habilidad que el público se dio cuenta que Brosnan no tenía.
Críticas despiadadas
Tras estudiar el papel detenidamente, Pierce Brosnan aceptó su papel como Sam Carmichael en ‘Mamma mia!’. Aunque fuera el fan número uno de Meryl Streep, puede que en este caso se hubiera precipitado. Aún así, se esforzó al máximo. Su preparación para la película incluyó que se paseara diariamente por la costa practicando técnicas de canto.
Desafortunadamente, eso no resultó suficiente para salvarle de la dureza de las críticas ¡Y no se mordían la lengua! Comparaban su canto con un “búfalo acuático”, “un burro” y “un mapache herido”. Solo su encanto salvó su interpretación. No obstante, haber aceptado participar en un musical no fue su única decisión cuestionable.
Brosnan, puesto en cuestión
Brosnan, en general, era un actor querido por todo el mundo. Pero tomó una decisión que hizo que algunos fans cuestionaran el tipo de hombre que era. En 2010, se estrenó el thriller político ‘El escritor oculto’, donde participaba él. La película la dirigía Román Polanski, para quien existe una orden de arresto en Estados Unidos.
Polanski huyó del país tras tener relaciones sexuales con una menor y enfrentarse a una acusación de violación. Esto era de conocimiento público cuando Brosnan aceptó el papel. El actor declaró que respetaba el trabajo del director y que “no dejaba que el resto de su vida influenciara su decisión”. Es razonable pensar que un padre como él, habría rechazado participar en la película. A día de hoy, después de escuchar las historias de otras personas, contempla su decisión desde otro ángulo.
Segundas consideraciones
Al ser un varón exitoso en la industria del entretenimiento, Brosnan permaneció mucho tiempo en la oscuridad sobre lo que significa ser una mujer en esa misma industria. Pero el movimiento #MeToo, extendido a través de Hollywood, le abrió los ojos. Las mujeres comenzaron a compartir lo que les había pasado (y todavía les pasa). Algunas de las historias realmente ponen los pelos de punta.
Este movimiento forzó a que Brosnan echara la mirada atrás y valorara su decisión de apoyar a Polanski. Durante una entrevista dijo: “No sé si en este clima hubiera tomado la misma decisión. Son tiempos peligrosos y estamos en un mundo muy tóxico”. Ciertamente, no podía cambiar la forma en que las mujeres eran tratadas en la industria pero encontró una manera por la cual podía ayudarlas.
Pasión por el activismo
Brosnan es un actor que entiende que su fama viene de la mano de responsabilidades. Igual que con otras cosas importantes en su vida, se toma estas responsabilidades muy en serio. Por eso, a lo largo de los años ha usado su influencia y recursos para apoyar causas que consideraba cercanas.
A nadie le sorprenderá saber que una de estas causas es el cáncer. Después de todo, perdió al amor de su vida por culpa de él. Pero a Brosnan le interesan varias causas benéficas. Destinó las ganancias de unos cuadros suyos a fundaciones caritativas dedicadas a la salud de las mujeres, el medio ambiente y la protección de los niños. No en vano, ha sido embajador para UNICEF Irlanda durante 20 años. Brosnan es un hombre apasionado, pero está casado con una mujer igual de apasionada que él.
Una pareja poderosa
A Brosnan siempre le apasionó hacer del mundo un lugar mejor. Afortunadamente, consiguió encontrar una pareja que compartía sus anhelos. Se apoyaban mutuamente y hacían todo lo que podían para ayudar a otras personas.
La pareja trabaja en varias organizaciones conservacionistas e incluso han producido un documental. El documental habla del impacto de los pesticidas experimentales en el medio ambiente de Hawái. Pero mientras Brosnan trataba de ser mejor persona, marido y padre; su hijo adoptivo mayor, Christopher, lo estaba poniendo difícil.
La decisión más difícil de su vida
Brosnan ha asumido muchos retos en su vida pero nada podía prepararlo para tomar la decisión más difícil a la que se había enfrentado nunca. A pesar de ser su padre adoptivo, Brosnan siempre trató a Christopher como a su propio hijo. Como sabemos, para el actor la familia siempre va primero. El problema es que Christopher no supo gestionar bien la muerte de su madre.
En lugar de hablar de sus sentimientos, Christopher se metió en el mundo de las drogas. Brosnan sabía lo peligroso que era este mundo y trató de evitar que su hijo fuera devorado. Lamentablemente, no tuvo éxito y se dio cuenta de una dura realidad. Apoyando a su hijo financieramente, lo único que hacía era alimentar su adicción. Así que tomó la decisión que nunca se habría imaginado que tomaría.
Ruptura inevitable
Brosnan hizo todo lo que pudo para ayudar a su hijo. Pero como es sabido, puedes llevar a un caballo al agua, pero no le puedes obligar a beber. En otras palabras, puedes ofrecer a las personas oportunidades pero no puedes forzarlas a que las aprovechen. Brosnan no podía más con la situación. Le rompía el corazón, pero sabía lo que debía hacer.
Por su propio equilibrio y salud mental, rompió completamente con Christopher. Recuerda haber dicho: “Vete. Mantente ocupado viviendo o mantente ocupado muriendo”. Al final del día, es su hijo y reza por que algún día encuentre el camino de vuelta. Su hija Charlotte, al contrario que su hermano, nunca se lo puso complicado a Brosnan. Tristemente, no dispuso del mismo tiempo que su hermano.
De nuevo la tragedia
Cuando Harris murió, dejó un agujero en la vida de su familia que nada podía llenar. No solo la perdieron sino que además la tuvieron que ver sufrir. Pensar que tenía que pasar de nuevo por el mismo proceso con su hija Charlotte, le rompía a Brosnan el corazón. Su hija recibió el mismo diagnóstico que su madre y falleció a la edad de 41 años.
Brosnan quiere recordar a Charlotte como su “hija sonriente y graciosa”. El haber tenido que ver a otra mujer que quería sufrir de la misma forma que su antigua esposa, le destrozó. Brosnan llegó a decir que “la tristeza acaba convirtiéndose en una parte indeleble de tu psique”. Pero la tragedia iba a seguir llamando a su puerta.
Cáncer, viejo enemigo
Todavía estaba de duelo, cuando le tocó oír otra terrible noticia. Puede que fuera solo una amiga, pero eran lo suficientemente cercanos como para considerarla familia. Solo tres años después de haber perdido a su hija, su querida amiga Beau St. Clair, falleció. Lo más dramático es que también fue víctima del cáncer de ovarios ¡La tercera mujer en su vida que perdía por esta enfermedad!
Beau luchó con fuerza pero después de 10 años su cuerpo estaba cansado y no le quedaba energía. Brosnan la consideraba la hermana que nunca tuvo y, desde luego, lloró su pérdida como si lo fuera. Habían sido amigos durante 30 años y no podía imaginarse un mundo donde no estuviera ella. Pero una cosa estaba clara: nunca más iba a dar por sentada la compañía de sus seres queridos.
Le llaman soñador
A pesar de tanta tragedia, Brosnan ha tenido una carrera plagada de triunfos y premios. Ha sido nominado dos veces a los Globos de Oro y tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Incluso llegó a que le hicieran miembro de la Orden del Imperio Británico, por sus contribuciones al cine del país. El público no solo admira sus habilidades interpretativas, sino también su atractivo. Por eso fue votado como “el hombre vivo más sexy” por la revista People, así como “una de las 50 personas más atractivas del mundo”.
A día de hoy, Pierce Brosnan tiene 68 años y no hay nada que se interponga en su camino. Planea seguir pintando y actuando hasta ser físicamente incapaz de hacerlo. A menudo sueña con un mundo mejor y por eso sus hijos le llaman soñador. Pero es un título que acepta de buen grado.[CREDIT]piercebrosnanofficial/instagramA día de hoy, Pierce Brosnan tiene 68 años y no hay nada que se interponga en su camino. Planea seguir pintando y actuando hasta ser físicamente incapaz de hacerlo. A menudo sueña con un mundo mejor y por eso sus hijos le llaman soñador. Pero es un título que acepta de buen grado.