Protesta por agotamiento y porque el programa influye en su salud. Números de audiencia sin rumbo, pifies y la muerte de su hermano.

El 2019 está siendo un año muy difícil para Mirtha Legrand. El fallecimiento de su hermano José y sus problemas de salud hacen mella en su ánimo y, aunque a sus 92 años sigue al frente de dos programas de TV, el agotamiento físico y mental se hace evidente. Es que si bien no es el primer momento difícil que debe atravesar Mirtha, en esta oportunidad, el trabajo, aquel que siempre usó de refugio para sobrellevar las tragedias, también le da la espalda.

Lejos de liderar la audiencia o, al menos, de generar repercusión con las entrevistas a sus comensales, este año, tanto el tradicional “Almorzando” como “La noche de Mirtha”, no han logrado imponerse ni en el rating ni en la agenda mediática. Más aún, los exabruptos de Legrand han sido lo más comentado sobre los programas y ha generado que más de uno aproveche para atacar a la legendaria conductora.

En ese contexto, los rumores sobre su futuro laboral comenzaron a hacerse cada vez más fuertes. La vuelta a un sólo programa semanal y cambios de horario y formato. De hecho, la propia Mirtha tomó la palabra y dejó en claro que está cansada y que el exigente ritmo que le impone su rutina laboral actual parece ser demasiado. Es la primera vez que se la escucha reflexionar sobre esto. En un 2019 adverso en el plano personal, profesional y hasta político, si se tiene en cuenta su fuerte identificación con Cambiemos, Legrand se muestra vulnerable.

Agotamiento. “Cuando escucho decir a alguien que está cansado me pregunto: ¿Qué se sentirá?”, dijo a NOTICIAS Mirtha, en febrero del 2017. En aquel momento, todavía lideraba el rating y, a poco de cumplir 90, se preparaba para una nueva temporada al frente de su ciclo televisivo. En medio de ese optimismo la diva reconocía que para ella el cansancio no existía. Sin embargo, dos años después todo cambió. Legrand no sólo debe lidiar con la pérdida de su hermano y con algunos problemas de salud, sino que además está al frente de dos programas que ya no generan el mismo impacto que supieron cosechar. Ese cóctel parece quitarle energías. “Tienen que arreglar el horario. No hay en la televisión argentina un programa de tres horas conducido por una sola persona sin panelistas. A mí me encanta hacer televisión, pero tres horas se hace demasiado extenso”, se quejó y dejó en claro que algo debe cambiar.

Motivos para reclamar no le faltan. “La noche de Mirtha” se emite los sábados a la noche y el tradicional “Almorzando” los domingos al mediodía. Así, menos de 12 horas después de terminar un programa, Legrand ya está a punto de salir al aire con el próximo. Este agotamiento la obligó a cambiar parte de su rutina. Mirtha siempre se jactó de juntarse periódicamente con sus amistades ya sea para jugar a las cartas o simplemente tomar el té, pero en este momento reconoció que se ha tomado un “descanso de las visitas” e invertir ese tiempo en sentirse mejor. “De todos modos, está igual de pendiente de todo. Eso no lo puede cambiar”, reconoce un allegado a la diva.

El cansancio se hizo patente en una afonía que la afectó hace unos días. “En el estudio hay mucho aire acondicionado y yo tengo programas muy largos. Eso debe influir también”, justificó la diva. Pero la afonía de Legrand también tiene otro motivo: la angustia. Ella misma reconoció que comenzó a perder la voz luego de la muerte de su hermano José, de 93 años. Ellos dos y Silvia (Goldie) la melliza de Mirtha, mantenían una relación muy cercana (ver recuadro). “Me afectó muchísimo, muchísimo”, enfatizó Legrand antes de volver a remarcar que “también es falta de descanso”.

Esta situación, además, incluyó un incómodo episodio. Porque si bien la explicación del entorno Legrand fue que ni ella ni Goldie acudieron al entierro en el cementerio de la Chacarita por cansancio, luego transcendió que existió un fuerte cruce entre Mirtha y María Fernanda, hija de José, quien se opuso a un entierro con más pompa.

Desde la muerte de su hermano, ella ha mantenido un riguroso luto y todos los conjuntos que ha utilizado para sus programas son negros o blancos. Siempre conservando su espíritu fashionista ha optado por llevar los colores más tradicionales para esa situación. Según indicaron a NOTICIAS desde su entorno, también decidió cancelar todo tipo de aparición pública. Una habitué de las galas y los eventos sociales, Mirtha ahora se recluye en su hogar. “Sólo hizo la excepción para acudir al nombramiento de Hugo Beccacece como nuevo miembro de la Academia Argentina de Letras hace una semana”, indican quienes la conocen.

Además Legrand debe cuidarse ya que en mayo sufrió una oclusión intestinal que la obligó a pasar por el quirófano y alejarse por un mes de la TV. Si bien la intervención fue un éxito, lo cierto es que los médicos le aconsejaron que se cuide y que reduzca su ritmo, algo difícil para ella.

Cuesta abajo. Mientras debe lidiar con esta realidad, la diva de los almuerzos también se enfrenta a serias dificultades en el ámbito en el que siempre triunfó: la televisión. El rating no acompaña y remontar la nave se vuelve cada vez más difícil. El tradicional “Almorzando” no suele pasar de los 6 puntos de promedio, llegando por momentos a situarse por debajo de los 4. Si bien los domingos al mediodía son un momento de bajo encendido, lo cierto es que hace sólo un año el programa medía mejor y le servía para situarse entre los más vistos del día, cosa que hoy está lejos de suceder ya que ni siquiera llega al top five.

La versión nocturna de los sábados, en tanto, también tiene sus complicaciones. A principios de esta temporada, la producción le pidió a El Trece modificar el horario para evitar competir con “Podemos Hablar”, el programa de Andy Kuztnesoff que se emite por Telefe, el cual había ganado la batalla por el rating de manera categórica, incluso llegando a doblar en audiencia de “La noche de Mirtha”.

Así, este año el horario de inicio quedó fijado para las 20, alivianando la competencia ya que enfrente tendría episodios viejos de “Casados con hijos”. Sin embargo la apuesta no fue del todo provechosa. El programa no pudo hacer pie en materia rating. No sólo que perdió en varias oportunidades con el viejo programa de Florencia Peña y Guillermo Francella, sino que no ha logrado superar los dos dígitos de rating en lo que va del año.

FUENTE:Noticias Perfil.


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