La titular de la empresa estatal Agua y Saneamiento Argentinos (Aysa), Malena Galmarini, evaluó hoy que el Gobierno “está haciendo las cosas bien, seria y responsablemente, incluso con todas las adversidades, mirando mucho lo que le pasa a la gente de pie” y le pidió a la gestión anterior que deje de poner “trabas desde la computadora” y vaya a los “barrios” para “saber qué está pasando”.

“Estamos haciendo las cosas bien, seria y responsablemente, incluso con todas las adversidades, mirando mucho qué le pasa a la gente de a pie, yo pido que nos dejen trabajar, basta de Excel, basta de trabas desde la computadora y más caminar, estar en barrios para saber qué estar pasando”, sostuvo la titular de Aysa, empresa que tiene a su cargo el servicio de cloacas y agua corriente en el área metropolitana.
En ese sentido, en una entrevista con Télam, Galmarini diferenció la administración de Mauricio Macri, de Cambiemos, con la del gobierno que encabeza el presidente Alberto Fernández, del Frente de Todos, al que definió que le gusta “más saber qué le ocurre a la gente y poner el cuerpo ante cada circunstancia”.
Además, pensando en la etapa pospandemia, analizó que “se viene un ciclo muy complicado para la Argentina y para el mundo”, aunque apuntó que “la diferencia o desventaja de Argentina es que venía con una crisis muy profunda, que se agudizó mucho más” con el coronavirus.
Sin embargo, valoró que “no aflojó la esperanza de la gente ni la nueva energía renovada que el Frente de Todos imprimió en la sociedad”, pese a que “hay muchos detractores que hablan desde la comodidad, detrás de la computadora”.
Al volver a abundar sobre el momento actual, la titular de Aysa analizó que en “todas las crisis hay oportunidades y que hay que saber encontrarlas” y advirtió que “la pandemia visibilizó con mucha más fuerza las desigualdades del conurbano bonaerense y de toda la Argentina”.

En otro orden, respecto al futuro y sobre posibles consensos políticos, consideró que “hay temas de importancia, prioritarios para cualquier gobierno, como la salud y la educación” que requieren de acuerdos, porque son a largo plazo.
En ese sentido, hizo un paralelismo con las obras que realiza Aysa, que “no se terminan en cuatro años”, lo que dura un mandato presidencial, sino que requieren de plazos más extensos, por lo que traspasan las gestiones.
Dijo que estas obras también requieren del consenso porque “el Estado hace cuantiosas inversiones de presupuesto” para llevarlas adelante y que luego continúen y no queden paralizadas en gestiones posteriores.
Por eso, pidió diseñar un “rumbo”, una dirección y “sentarse y discutir” ideas a través del “diálogo y del debate” hasta “acercar posiciones” y llegar a un “acuerdo”.
Respecto de Aysa, Galmarini cuestionó que la empresa “quedó desfinanciada, sobreendeudada y deficitaria” y criticó que “estuvo cuatro años virtualmente parada”.
“Cuando Macri dijo que en cuatro años iba a darle agua potable al 100% de los habitantes y el 75% de cloacas, claramente estaba mintiendo, y eso lamentablemente lo usó como caballito de batalla en la campaña electoral, como el hecho de que iba a lograr pobreza cero”, recordó.
“Podemos hacer grandes obras, pero si no se abre la canilla lo que hicimos fue ficticio, por eso el objetivo de Aysa no solo es enterrar un caño sino darle contención a la gente, y esto va llevar muchos años, por eso nuestro propósito es que las obras no solo se cuenten sino que se hagan”, concluyó.
Fuente: Télam