El cantante puertoriqueño volvió a Argentina con la gira “Desde el alma”, luego de tres años, y llenó dos estadios Movistar Arena el fin de semana en Buenos Aires. Este martes se presentará en el Orfeo Superdomo de Córdoba.
Pasaron las 21 y las luces del Movistar Arena -el nuevo estadio de Villa Crespo, en Buenos Aires– se apagaron. En el escenario, una lona cubría a los músicos que estaban listos para comenzar a tocar durante dos horas los éxitos del popular cantante puertoriqueño, Chayanne.
Unas 15 mil personas llenaron la función del sábado. Unas horas antes habían estado haciendo “guardia” afuera del estadio por las calles Humboldt, Dorrego y Avenida Corrientes y comprando remeras, credenciales y vinchas. Los seguidores -principalmente mujeres de todas las edades-llegaron de diferentes partes del país: de Santa Fe, de Córdoba, de Mendoza, hasta de otros países como Paraguay, Perú y Venezuela. Fueron como particulares o con algún club de fans.
El recital comenzó puntual. Chayanne abrió la noche de música con su popular tema “Torero“, que se filmó en Argentina. Después, recordó la importancia que tuvo nuestro país en su carrera.
“Estoy encantado de estar aquí frente a todos ustedes ¡Hay tanto amor, tanto cariño! Así se hace esto, desde el alma. Son muchos los recuerdos. Es mucho lo que las quiero. Ustedes ya saben que en este país yo viví muchísimas cosas importantes: hice videoclips, novelas y canciones. Siempre es un placer estar aquí. ¡Los quiero muchísimo!”.
El cantante recorrió sus 30 años musicales y reflexionó sobre cómo la música se conecta con el sentimiento del haber vivido momentos.
“La música te da esa alegría de recorrer etapas de tu vida. No sé dónde estaban ustedes con “Provócame” por ejemplo. ¿Qué hacían con “Provócame“? ¿Qué hacían con “Torero“?, dijo.
Chayanne bailó toda la noche y le enseñó un pasito al público para que lo pusieran en práctica en ese momento. Les contó cómo aprendió a bailar y puso en ritmo a todo el estadio.
“No hay ni que caminar, si se dejan guiar por el corazón, el corazón va al ritmo”, aconsejó.
Cuando llegó “Tiempo de Vals“, el puertoriqueño invitó a una fan al escenario. La joven no pudo contener las lágrimas y lejos de bailar, abrazó al cantante y se tomaron una foto.
No fue la única fan afortunada. Después, bajó del escenario para darle la mano a quienes se encontraban pegadas a la valla que las separaba del escenario.
Entonó sus mejores éxitos románticos: “Atado a tu amor“, “Dejaría todo“, “Candela“, “Fuiste un trozo de nieve en la escarcha“, “Y tu te vas“, “Un siglo sin ti” y “Di qué sientes tú“.
Entre románticas, bailó todas las coreografías y cantó en vivo las dos horas, con una calidad vocal inmejorable. Se cambió unas seis veces más o menos porque acababa empapado. Con claridad se vieron despedidas varias gotas de sudor de su rostro.

Los temas movidos que se oyeron fueron: “Madre Tierra“, “Humanos a Marte“, “Baila baila“, “Palo Bonito“, “Boom boom“, sus nuevos éxitos “Qué me has hecho” y “Choka Choka” y para cerrar, encendió al público con “Provócame“.
Desde el escenario le llegó una remera de la Selección Argentina de Fútbol. La agarró fuerte, la levantó y saludó al estadio para inmediatamente despedirse. No sin antes insinuar que volvería el año que viene.
