En declaraciones al programa “EL MENOS COMÚN DE LOS SENTIDOS”, emitido por FM 88.9, el director ejecutivo de la Fundación UOCRA, Gustavo Gándara, precisó el momento que atraviesa el sector de la construcción en medio de la pandemia.
De mayo del 2019 a mayo del 2020, tuvimos una pérdida de casi un tercio de la masa laboral, es decir, más o menos, unos 150 mil puestos de trabajo.
Desde las PASO, la industria empezó a caer y empezaron a suspender los pagos y las obras públicas. Y la pandemia terminó de generar un golpe muy fuerte.
Ahora, con la puesta en marcha de la obra pública, de a poco pueden verse algunos signos de reactivación.
Nos preocupa que la obra privada, que es un motor importante, no haya arrancado todavía porque, en el marco de esta cuarentena, no se ha destrabado en la gran mayoría de las áreas más importantes, o sea en los centros urbanos.
Fuimos uno de los primeros sectores en consensuar los protocolos para el inicio de las obras. Entre abril y mayo, teníamos todos los protocolos aprobados pero ahora seguimos trabajando en características más específicas.
La salud de los trabajadores es lo principal pero también, de alguna manera, tomando todos los recaudos que la emergencia sanitaria nos impone, hay que seguir destrabando algunas obras públicas.
El problema que tenemos es que generalmente los laburantes se trasladan mucho, o sea no necesariamente viven en el lugar donde trabajan. Y con eso hay mucho temor en los municipios de profundizar el movimiento de gente.
Hubo países en que nunca se cerró en el caso de nuestra industria el seguir trabajando. En otros sí hubo algunas cuarentenas pero fueron mucho más cortas. Son situaciones bastantes distintas. En nuestro caso, en el AMBA, donde está la gran mayoría del desarrollo de la industria, tuvimos una cuarentena muy larga, entonces eso sí afectó.
No tenemos registros de que haya habido cortes de la industria tan importantes como lo tuvimos aquí. Pero la cuarentena nos permitió que haya menos infectados entre los compañeros nuestros.
Por Federico Esteban