A 90 días de la pandemia, lejos de llegar un insumo, han escaseado hasta los más básicos. Te hablo de los guantes, barbijos quirúrgicos, que es lo más básico, ni siquiera un N95 que es lo ideal. Nos están dando tapabocas de friselina hechos de modo casero sin ningún tipo de rigurosidad. 

Entrevistado por el programa “JUVENTUD EN MARCHA” que se emite por FM 88.9 el ex chofer de ambulancias Mariano Montamat despedido recientemente realizo duras declaraciones sobre la real situación que atraviesa personal del SAME en Tres de febrero.

La semana pasada me echaron del SAME. Es una forma de decir porque me mandaron un mensaje de WhatsApp de que no podía seguir tomando guardias con la misma informalidad con la que se han manejado todos estos años. 

La situación es irregular, informal y mala desde hace muchos.

Me gustaría saber cuál es el fundamento de la decisión. Estuve mandando mensajes y llamando por teléfono pero nunca atendieron mis llamados ni contestaron mis mensajes.

He ido haciendo sucesivos reclamos y a medida que los mismos fueron tomando mayor peso porque no he tenido respuestas o soluciones, también han ido aumentando las represalias. De amedrentamiento hemos ido pasando a suspensiones y de las suspensiones al despido. Pero efectivamente nunca tuvimos los elementos adecuados para trabajar pero la mayoría de nosotros, por una gran vocación de servicio, hemos seguido siempre adelante, hemos puesto de nuestro bolsillo infinidad de veces dinero para comprar elementos tanto para los móviles como elementos de higiene, hasta el papel higiénico. 

En contexto de normalidad, los elementos que se necesitan no son tantos como los que se necesitan en un contexto de pandemia. Aun así faltaban. Cuando comenzó la pandemia, según las recomendaciones del Ministerio de Seguridad, hay una serie de elementos que son los mínimos indispensables para que el personal de salud pueda trabajar. Estos elementos están bien definidos, no es una cuestión de opiniones o de creencias, los cuales jamás nos lo han proveído. Sin embargo, con la buena voluntad de siempre, hemos seguido trabajando. La gran mayoría de los empleados, con la poca plata que ganan, se han comprado sus elementos. 

A 90 días de la pandemia, lejos de llegar un insumo, han escaseado hasta los más básicos. Te hablo de los guantes, barbijos quirúrgicos, que es lo más básico, ni siquiera un N95 que es lo ideal. Nos están dando tapabocas de friselina hechos de modo casero sin ningún tipo de rigurosidad. 

Prácticamente nos mandaban a la calle a contagiarnos. Está todo fuera de regla por como trasladan a los pacientes de Covid, no hay desinfección en los móviles, en las bases el personal está hacinado. Pasó lo que nosotros veníamos anticipando hace mucho lo que iba a pasar.

Hay efectivos del SAME contagiados. Hay varios, unos cuantos. 

El elemento de protección individual es el último eslabón de la cadena de protección. Primero tienen que haber medidas organizativas y medidas técnicas que ayudan a prevenir la exposición. En Tres de Febrero no hemos tenido ninguna de estas tres medidas y en otro lugar donde trabajo sí y tenemos cero casos de contagio. 

En el caso de Tres de Febrero, se daba la situación particular, nunca antes vista por lo menos en todos mis años de experiencia en el ámbito público, en donde la cabina operativa es la que decidía si nosotros debíamos o no utilizar los elementos de protección para el Covid, que dicho sea de paso, no eran los elementos recomendados por el Ministerio de Salud, o sea, elementos de muy baja calidad, que ni siquiera estaban a disposición si nosotros los requeríamos. 

El coordinador médico es médico pero tiene otros trabajos que son evidentemente más importantes que el SAME porque son los que prioriza. Tiene una ausencia total durante años en el SAME. 

Hace años que venimos con condiciones laborales pésimas. Tenemos miles de problemas que tienen que ver con lo laboral. Hemos hecho sucesivos reclamos por este tema que nunca han sido oídos. 

La situación trasciende a lo que es el personal del SAME. Están poniendo en riesgo la salud de todos los vecinos de Tres de Febrero ya que al no cumplir con las medidas, los protocolos y los elementos que tiene que tener el personal, estamos teniendo un servicio que, lejos de estar brindando una solución, puede estar agravando el problema. 

Uno que trabaja en la salud pública está dispuesto a que te falten cosas pero cuando uno trabaja en estas condiciones, y por otro lado, el intendente se florea de un servicio y dice que tenemos todos los elementos, que es el mejor SAME, que nos cuida, o sea tantas mentiras, que eso es lo realmente indignante. Es un nivel de perversión que me deja muy preocupado. Si estos son los políticos que tenemos, qué nos espera. 

Las personas que han reclamado dentro del servicio han sido suspendidas, despedidas, o le han quitado guardias, siempre han tomado represalias. Y no por una cuestión de desempeño laboral. Me gustaría que algún vecino, que lo he atendido en estos cuatro años, dé fe de la calidad de mi trabajo. Jamás falté a mi trabajo, jamás llegué tarde, jamás dejé de cumplir con mis responsabilidades, el problema acá pasa por otro lado. Por eso me terminan echando. He decidido no callarme y realmente no me voy a callar. He perdido el trabajo, no me interesa volver a trabajar en ese lugar. Yo no tengo ningún interés personal en esto, soy un vecino de Tres de Febrero. Lo que estoy haciendo es poner la voz en alto para que todo el mundo sepa lo que está pasando, para que los propios vecinos hagan valer sus derechos para tener una salud y un servicio de emergencia dignos por el cual están pagando. ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA

Por admin

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