
De repente un día nos despertamos y se decretó cuarentena estricta producto de una pandemia mundial causada por Covid-19
Primero parece surrealista la noticia, salida de una serie, pero es real, estamos en cuarentena, esto nos lleva a que estés donde estés, sea en tu país o en el extranjero, tengas que quedarte en el lugar que te encuentres a cumplir cuarentena estricta, como si el mundo se hubiera detenido, se cancelan vuelos y cerraron fronteras. Me pregunto que diria john Lennon…Imagine…
Así surgieron miles de situaciones familiares diferentes, pero para ser más concreta dividiré en dos grandes grupos, los que están felices de estar en casa y los que no lo están.
El primer grupo de personas,está feliz porque finalmente se encuentra con que puede terminar cosas pendientes que tenía para hacer en casa, también tiene sus necesidades básicas satisfechas, tienen un ingreso económico estable, poseen espacio cómodo, su clima familiar es agradable y existe un buen vínculo intrafamiliar.
Pero qué ocurre con el segundo grupo, aquellos que no están felices de quedarse en casa, los motivos también son variados, uno de los principales es el factor económico y no tienen ingresos fijos, muchos se quedaron sin empleo y otros tuvieron que cerrar sus negocios, crecieron las deudas, el clima familiar se violenta y la tolerancia familiar dejó de existir, sumado también aquellos casos en donde el espacio de convivencia es reducido y la violencia familiar se hizo presente.
De éste último grupo es del que nos ocuparemos para poder comprender su situación y cómo ayudarlos desde el área Psicológica. Si bien sabemos que es una situación muy particular la que estamos viviendo por ende hay muchas actividades físicas que no se pueden desarrollar al aire libre o gimnasios, sí es importante tenerlas en cuenta para hacerlas dentro del tiempo y espacio que tengas, ya sea desde yoga hasta una mini rutina fit. También es lógico pensar que cada caso es diferente, por eso pido que tengan en cuenta la generalidad de las situaciones.
Dentro de este grupo se ha observado que, aquellas personas,que aún estando sanas, pero que se encuentran atravesando situaciones de desempleo, hacinamiento en sus hogares, con necesidades básicas insatisfechas, y con violencia familiar, pasan a enfermar de estrés, ansiedad, ataques de pánico, fobias sociales, miedos y depresión.
Sabiendo que estas son las posibles patologías que las personas pueden atravesar es importante que puedan tener un espacio, ya sea con un profesional o con quien se sientan cómodos para poder expresar sus angustias y ansiedades.
El poner en palabras lo que está ocurriendo ayuda a exponer nuestros problemas y al mismo tiempo escucharlos, esa escucha genera que podamos encontrar alternativas y una posible solución. El silencio, por otro lado, conlleva a un bloqueo y a un estado de pensamientos rumiantes que no nos permite salir del atasco mental.
Es por ello que si estás atravesando una situación de crisis, lo que te recomiendo es que hables, que puedas poner en palabras aquello que te duele y que te afecta.
Y recordá que así como no puedes evitar que el sol se ponga, tampoco puedes evitar que todo cambie. Todo llega, todo pasa y todo cambia!

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